Romina Schimpf es una artista visual cuyas creaciones abstractas fusionan diversos materiales y medios para crear una imagen poderosa y casi escultural del proceso de la vida y su deterioro. Cada obra nace de la toma de fotografías, tanto de objetos corroídos y en un proceso avanzado de oxidación como de materia orgánica también en proceso de deterioro vital; otras veces el trabajo nace de la observación de colores y texturas en la naturaleza o de la observación de los distintos procesos de envejecimiento y deterioro en objetos inermes.
Cada obra está marcada de simbolismos e influencia. Los colores del óxido y ocres, están íntimamente relacionados no solo con la concepción de la esencia vital de cada obra, sino que guardan un fuerte lazo e influencia con su tierra de nacimiento, Misiones Argentina, donde la característica del suelo es la riqueza en hierro y piedras diversas. Además de esto, se representa el óxido como una expresión de fuerza, casi de resiliencia en la vida de muchos seres vivos y también de la artista en quien desde muy temprana edad se ha despertado el interés por el significado abstracto y complejo de la vida.
Proceso artístico
El proceso artístico de cada obra tridimensional es, intuitivo y natural, casi como de un hacer emocional e introspectivo, que por este hecho conlleva un tiempo material dilatado.
La artista realiza impresiones en las telas con metales oxidados, mediante un proceso que se denomina Ecoprint por contacto, donde el textil es expuesto al oxido durante un tiempo que dependerá de la fuerza de la impresión que se desea obtener. Dicho proceso puede llevar de dos semanas a un mes o más.
Estas marcas o huellas maravillosas y potentes del óxido determinan la forma de la obra, por lo cual la artista no realiza bocetos previos.
Así la artista trabaja con dos tipos de telas que pueden resumirse en: tela base o tela hierro (Tela teñida por contacto) como ella la denomina y telas secundarias, que son aquellas telas que se pintan con mezclas de colores creados por la artista específicamente para cada obra, utilizando desde la pintura a mano hasta el monoprint y el acuarelado en tela. Las telas son cortadas y manipuladas mediante el calor y otros métodos para lograr la tridimensionalidad y las texturas que dan la forma final a las obras. A partir de este momento la artista empieza el proceso creativo de la obra, siempre de forma intuitiva lo cual comprende la introducción de varias técnicas plásticas y textiles que le permiten moldear adecuadamente la obra.
Los materiales que la artista implica en sus obras son diversos, van desde papeles, textiles llegando inclusive en sus últimos trabajos a introducir metales oxidados en ellos, y todos aquellos materiales que hagan al espíritu de la obra. La presencia de diferentes hilos de bordar desde hilos de rayón, seda y poliéster, como hilos metálicos aportan un brillo espectacular a la intención de la expresión del oxido y también la utilización de fibras de seda y de lana merino tintadas a mano, las cuales son fieltradas a mano para lograr textura extra y color.
La artista utiliza también, en sus obras, dos tipos de polietilenos, PEA y Lutradur que son fibras no tejidas, tanto para lograr texturas como para moldear y dar corporeidad y estructura escultural a cada pieza artística.